Viajar es un placer ayer, hoy y siempre. Sin embargo, en cada viaje, surgen imprevistos que pueden generar un dolor de cabeza. En este caso nos sucedió cuando intentamos alquilar un auto en el aeropuerto de Miami y mediante las oficinas de Dollar.
El vehículo que habíamos elegido en Booking cotizaba 300 dólares por dicha rentadora. Sin embargo, elegimos ir a conversar directamente al mostrador para ver si podían mejorar o incluso igualar el precio. Nada de ello sucedió, y ahí comenzó el desagrado.
Nos atendió una señora, nos habló en latino, y nos explicó que alquilándolo ahí salía 740 dólares (más del doble). Cuando le planteamos que si alquilábamos por Booking nos saldría 300 dólares, nos comentó que esa era una decisión nuestra pero que íbamos a tener que esperar 4 horas hasta que nos den el automóvil.
Sin dudarlo, elegimos hacerlo por Booking, le mostramos el código de reserva y elegimos el horario para retirarlo en el instante. Claro que nos atendió nuevamente la misma empleada y nos dijo, con un tono soberbio, «vengan dentro de cuatro horas, yo se los dije, bye bye». Juro que el «bye bye» dolió más que la espera.
Pasadas dos horas intentamos hablar con otro empleado de Dollar a fin de, mínimamente consultar, si tal vez ya tenían disponibilidad y podían darnos el vehículo. No obstante, esa otra persona nos dijo que él había visto que nos había atendido su colega y que debíamos continuar con la misma empleada.
Sostuve que como cliente yo tengo derecho a ser atendido por otra persona, pero se negaron rotundamente. Finalmente, llegado el momento de cumplir las cuatro horas sentados en el aeropuerto de Miami, nos acercamos y allí comenzó una nueva odisea. Que añadir un seguro extra, que los peajes, que el Sun Pass.
Siempre es recomendable filmar el vehículo antes de subirse, marcar los defectos que tiene el auto. Una de los aspectos que prohiben es fumar dentro del coche pero el que nos dieron a nosotros estaba lleno de olor a cigarrillo, tabaco, nicotina o lo que fuese.
En lo personal, desde Pasajeros en Tránsito, fue un debut y despedida con la gente de Dollar. Es posible que la empresa sea excelente, pero el trato de sus empleados en el aeropuerto de Miami, distó mucho de cualquier expectativa agradable. Eso sí, a la hora de la devolución, recién ahí, nos recibieron con una sonrisa.
