COMER EN BARILOCHE, TAN CARO COMO EN EUROPA

Suponiendo que la República Argentina no tuviese ese doble impuesto injusto del 30 y el 35 porciento a las compras en el exterior, el local comería al mismo precio en su país como en Europa. O tal vez, en muchos casos, hasta sería más barato hacerlo en el viejo continente.

El Boliche de Alberto (Pastas) ofrece una lasagna por 1100 pesos que llevado a la moneda de la UE cotizaría aproximadamente en 9 euros. En cualquier capital como Ámsterdam, Roma, o incluso la carísima París la típica pasta al forno rondaría como muy caro 11 euros.

En Bachmann, un lugar recomendable por sus precios accesibles, las hamburguesas más simples rozaron en temporada baja los mil pesos argentinos. Es cierto que posiblemente en Europa se consiga una chesse burguer por 8 euros, aunque en caso de no hacerlo, tampoco uno abonaría una cifra impensada. Los precios, tranquilamente, están igual que en Bariloche.

El valor de la pizza por el centro de esta ciudad patagónica ronda entre los 1500 y los 2500 pesos argentinos lo que podría decirse que cuesta un promedio de 16 euros. Claramente, en cualquier lugar de Europa, incluso hasta en las grandes cadenas de los Estados Unidos ese precio es caro respecto a lo que cotizan en el sur de Argentina.

Yendo a lo específico de la ciudad, el cordero está a 2200 en moneda local y una trucha posiblemente algo más caro. Sería como engullir un plato típico de cerdo en Alemania por 18 euros. En el último viaje que realizamos por el viejo continente durante el mes de noviembre de 2021, esos platos no superaban los 15 euros por cabeza.

Tristemente para el turismo local, pasar unas vacaciones en Bariloche (a no ser que todos saquen el pre-viaje, proyecto que de todos modos financia cada uno de los ciudadanos) es tan caro como hacerlo en Europa. La diferencia es que ese 30 y 35 porciento extra de impuestos que puso el Gobierno le termina dando algo de oxígeno por el momento a la bella ciudad patagónica.