No hay estación del año que un buen helado no le haga bien al paladar y al alma. Pero más allá de las temperaturas, estar en la Ciudad de Mendoza y no darse una vuelta por Perín es, prácticamente, no haber pasado por una de las capitales cuyanas que tiene la República Argentina.
Ubicado en Belgrano y Sarmiento, cruce de avenidas vitales y de mucha vida gastronómica, “Famiglia Perín” continúa siendo un emblema del helado de alta calidad. Desde 1947, adoptando nuevos gustos a las nuevas eras y los exigentes paladares, esta razón social fue pasando de mano en mano como una herencia. O mejor dicho, como un legado familiar.
Con su lema “Il Vero Gelato Italiano”, la historia se escribió a mitad de siglo XX cuando tres hermanos dejaron su Italia natal para radicarse en el Cuyo argentino. Eran épocas de viajes interminables en barco que, incluso, luego debían seguir rumbo a Mendoza donde finalmente se radicaron. Y, en sus maletas, más allá de los recuerdos de una tierra que los vio nacer, traían consigo las recetas del verdedero sabor de la región del Veneto.
Siguiéndolos en sus cuentas podrán enterarse de las promociones, de curiosidades como por ejemplo que el gusto de “quinotos al whisky” es 100% argentino. Pero, para todos aquellos Pasajeros en Tránsito que visiten la tierra del sol y del buen vino, sepan que no todo será broncearse y disfrutar de unas magistrales copas de tinto o blanco. Acercarse a Famiglia Perín, será sumarle un placer a su viaje.
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