Los viajes se disfrutan siempre por diversos motivos. Uno de ellos, sin dudas, es la gastronomía. Y así como es imposible separar a Salta y sus empandas o a Italia de sus pastas, también cuesta no bajar la velocidad y salir del camino en el kilómetro 113 de la ruta provincial 2 para saborear unas medialunas completamente únicas.
Paradora Atalaya, en Chascomús, es un destino formidable para continuar viaje rumbo a la costa atlántica o para darse un gusto en el regreso a Buenos Aires (mal dicho ya que, claramente, todo se ubica dentro de la misma provincia). Y si bien hoy ofrecen infinidad de dulces, sus medialunas fueron, son, y serán la especialidad de la casa.
Fundado en 1942, este emblema de cualquier viaje a Mar del Plata o al Partido de la Costa fue mutando con el correr de los años. Parada obligada para aquellos larguísimos viajes en ómnibus cuando las velocidades eran inferiores a las actuales. Un café, un croissant, utilizar los baños, y volver a las andanzas. Lo bueno es que, a pesar del paso del tiempo, esto último no se perdió.
Elegir un stop en Parador Atalaya es darse una caricia al alma y enriquecer el viaje. No es obligatorio pero sí un mimo a la gastronomía y a endulzar el trayecto. Las medialunas son magníficas, distintas a las demás, y el secreto estará puertas adentro donde los hornos no se apagan recibiendo a los pasajeros en tránsito.
Lugar: Kilómetro 113 – Ruta 2 (Chascomús)
Motivo: Las medialunas son formidables. Además es una buena excusa para hacer un descanso en pleno viaje
Valor de las medialunas: 70 pesos argentinos por unidad (valor al 19 de junio de 2021)